
Este cuento de Juanjo Saez, hay que leerlo pausadamente, dejándose embriagar por su música, mientras se contemplan atentamente las ilustraciones.
Está especialmente recomendado para el nivel de 5 años, donde los propios niños y niñas pueden leerlo cada uno a su ritmo.
Con los de 3 y 4 años, seremos los profesores quienes leeremos el texto, procurando dar cierta modulación a la voz.
Su contenido es muy didáctico, y podemos incluirlo en numerosas unidades.
Disfrutar ahora viéndolo.
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